jueves, 7 de junio de 2007

COMO PÁJARO VOLABA, IBA HACIA TU ALMOHADA

Semejante a un pájaro sediento,
se le veía divagando por el cielo
en una noche un tanto fría y estrellada.

Percibían que tenía prisa y nadie entendía
qué sería lo que tanto él anhelaba;
tampoco se conocía con certeza

la esencia de su viaje con urgencia.

¿Qué era? ¿Qué quería? ¿Qué buscaba?

Esa noche en soledad alguien se preguntaba.

Se alejaba impetuosa y rápidamente
en su afán de llegar a su destino
y ya no se le vio más por el cielo conocido.



En mi silencio conocía su propósito y su destino:
Era un beso de mis labios que seguía tu camino,
que volaba persiguiendo la hermosura de tu cuerpo.

Espero su travesía haya sido exitosa,
que llegase a ti esa noche
y se metiera entre las sábanas
Y si no puedo abrazarte mientras duermes,
que no falten mis besos en tu almohada.


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